El viernes 3 de julio, a las 18:00 un equipo de inspectores ubicados en calle 25 de Mayo entre Kennedy y San Juan y como parte de la rutina, ordenaron a un vehículo Ford K a detenerse y solicitaron los documentos necesarios para conducir.

La investigación encontró que desde 2015, la licencia de conducir de la persona que conducía el vehículo había expirado y no contaba con el seguro obligatorio. Al redactar las actas de infracción, la persona expresó molestia y describió síntomas compatibles con COVID-19.

Inmediatamente, se llamó al 911 y se le comunicó al Nosocomio local, quien solicitó el número de identificación de la persona, de esta manera el Hospital informó a los inspectores que el conductor del vehículo debía mantenerse aislado y no podía circular.

Después de recibir esta confirmación, el inspector contactó a la policía para transferir inmediatamente a la persona al hospital de acuerdo con las instrucciones del 911.

De acuerdo con las actuales medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio en la ciudad, y teniendo en cuenta las reglamentaciones nacionales, provinciales y municipales, continúa llevando a cabo regularmente el control del tráfico. 

Dentro de este marco, se labraron un total de 124 infracciones en una semana, y una de las detenciones más llamativo fue ayer por la tarde, que más tarde se supo que la persona debía estar aislada.

El comportamiento irresponsable de quienes violan el principio de aislamiento demuestra la importancia de la comprensión a nivel individual y la necesidad de un control más estricto y sanciones más estrictas para quienes no cumplen con las medidas de salud actuales.