Un episodio de violencia contra el personal de salud se produjo durante las últimas horas en Roca. Fue el segundo caso en menos de 24 horas en el Alto Valle, luego del ataque con un arma de fuego ocurrido ayer a la madrugada contra un médico en el hospital de Campo Grande.
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La situación que sumó preocupación se registró ayer por la tarde en el barrio J.J. Gómez, cuando se realizaba un nuevo operativo de testeos rápidos del Plan Detectar.
Según se explicó esta mañana desde el hospital López Lima, una persona increpó a los trabajadores del equipo sanitario, molesta porque le informaron que su situación no ameritaba la realización de una prueba para confirmar si estaba contagiada de covid-19.
«Fue un episodio de violencia verbal, totalmente repudiable, que nos llevó casi a tener que llamar a la policía. Este tipo de reacciones lo único que hacen es generar aún más desgaste en quienes se encargan de la Salud en esta pandemia y ponen en riesgo la continuidad del operativo», indicó la directora del hospital, Ana Senesi.
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Senesi explicó que la agresión verbal de ayer se produjo porque muchos de los pacientes exigen ser testeados cuando no tienen síntomas. «El criterio para realizar el hisopado lo define el personal de Salud evaluando las condiciones de cada caso y los protocolos, no el paciente. Los hisopados se efectúan cuando hay síntomas», remarcó, al insistir que no se tolerará ningún acto de violencia.
Durante la jornada de ayer en J.J. Gómez se realizaron 48 hisopados, de los cuales 24 arrojaron resultado positivo para covid 19.
Hoy los testeos se retomarán en el CAPS del barrio Noroeste, desde las 14.