La empresa KoKo sacó ayer una luz de ventaja en la carrera por la nueva concesión del transporte urbano en Roca.
Dos hechos refuerzan esta posición: el primer hecho es que la cotización económica más baja se presentó en la competencia de precios, que fue establecida por la ciudad para alquilar autobuses e iniciar servicios de emergencia lo antes posible.
El segundo es que renunció el los principal competidor que era el que iba a firmar contrato a largo plazo con el gobierno local. El ejecutivo anunció oficialmente ayer: "Pehuenche retiró su oferta". Esta decisión fue sorprendente porque la intendente María Emilia Soria dijo el fin de semana pasado que la empresa estaba en negociaciones y era la que había llegado más lejos en las negociaciones.
No pocos vieron ayer un camino lógico, en el que KoKo empieza alquilando sus colectivos para este período de emergencia y luego, superada la fase más compleja de la pandemia, se hace cargo de la totalidad del servicio.
Fuentes del Ejecutivo indicaron ayer que la propuesta económica es central para el concurso de precios, pero advirtieron que no significa que esté dicha la última palabra.
“No es tan sencillo. Se están evaluando los aspectos técnicos, en qué condiciones alquilan las unidades y los seguros. Temas importantes porque suman al costo final para el municipio”, respondió una fuente cercana ante la consulta de un medio local.
Además de la integrante del grupo Vía Bariloche, la otra firma interesada en alquilar colectivos para Roca es Indalo SA, perteneciente al grupo Autobuses Santa Fe.
De acuerdo a lo informado oficialmente, KoKo pretende 115.000 pesos mensuales por colectivo, en tanto que Indalo puso un precio de 120.000 pesos por cada unidad cedida en forma temporaria al municipio roquense.
La intendenta dijo el fin de semana que se alquilarían entre 6 y 8 unidades, para cinco líneas que tendrán cuatro recorridos diarios cada una. Esos servicios se cumplirán con choferes de la planta municipal, según lo adelantado por Soria.
¿Por qué se bajó Pehuenche?
Con respecto a la concesión a largo plazo, ayer quedó ratificada la complejidad del problema a resolver por la administración local.
Después de dos meses sin servicio para los usuarios, el municipio presentó el fin de semana un escenario con dos empresas avanzadas (Vía Bariloche y Pehuenche) y una relegada (Autobuses Santa Fe).
Pero la abrupta salida de Pehuenche modificó el tablero.
La empresa cipoleña había realizado pruebas con sus colectivos en las calles roquenses e incluso aceptaba tomar a unos 40 empleados de la ex-concesionaria, 18 de Mayo.
La razón de la repentina indiferencia no se ha informado oficialmente, aunque se ha demostrado informalmente que el conflicto entre UTA y el gobierno local en los últimos días finalmente ha convencido a los empresarios de que Roca no será un lugar estable.
Ante la nueva situación, el Ejecutivo tuvo que salir a buscar certezas. Después de varios contactos, ayer se informó en un comunicado que las otras dos firmas ratificaron la vigencia de sus propuestas.
Ofertas
$ 115.000: cotizó el alquiler mensual de cada colectivo la empresa KoKo.
$ 120.000: fue la propuesta de la empresa Indalo SA, del grupo Autobuses Santa Fe.
El municipio mira de lejos el nuevo plan cooperativista
En paralelo a la creación de un servicio provisorio y de la negociación para la nueva concesión, en los últimos días se reactivó la idea de formar una cooperativa entre los empleados de la empresa 18 de Mayo.
La salida ha sido analizada y aprobada por el municipio, pero debido a las diferencias entre los trabajadores sindicalizados, ésta quedó excluida. Pero esta vez, la propuesta agrega un contenido, porque el ex ejecutivo de la empresa Juan Castillo fue una de las personas que propuso asignar ciertos colectivos, para que la empresa conjunta pueda empezar sin mayores costos que afrontar.
Para entender el mapa del transporte roquense durante los últimos años hay que tener presente un dato: 18 de Mayo fue creada y dirigida por miembros de la familia Castillo -de hecho, el nombre de la empresa responde a la fecha de nacimiento del padre de los accionistas principales- pero no siempre hubo uniformidad de criterios.
Por eso en la mesa de diálogo que se conformó ayer en la Secretaría de Trabajo estuvo Juan Castillo, pero también su hermano Mario y, además, una apoderada de la firma.
“Se formalizó la propuesta de Juan Castillo que en principio no abarcaría la antigüedad de los trabajadores. A esa propuesta se sumó la realizada por la apoderada, que afirmó que estaban dispuestos al diálogo y a negociar con quien sea la posibilidad de solucionar el conflicto y eventualmente hacer una transacción con bienes para hacer una transferencia de los empleados con la antigüedad”, explicó Fernando Fontán, abogado de UTA.
Ahora bien ¿hay tiempo para tomar en cuenta este proyecto, cuando el municipio avanza con otros proyectos?
Según se pudo conocer, en el gobierno local miran con desconfianza este proceso.
El malestar con 18 de Mayo -que tenía adjudicada la nueva concesión y se bajó antes de firmar el contrato- todavía se mantiene.
“Se va a intentar resolver el problema de los trabajadores, pero el compromiso del municipio es con el servicio para los usuarios”, afirmaron fuentes cerca del despacho de la intendenta Soria.
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