Roca sigue entregando estadísticas preocupantes para la gestión de la crisis por el coronavirus.
Pasaron más de tres semanas desde aquél viernes 22 de mayo en el que se reactivaron los casos positivos y a pesar de los augurios gubernamentales, los curados que se registraron desde el 5 de junio nunca superaron a los nuevos contagiados.
Por invitación -como dijo el gobierno provincial- o por alarma -como exhibió la oposición- lo cierto es que la realidad rionegrina forzó un viaje que hasta ahora no había ocurrido hacia ningún distrito del interior.
Cuatro de los seis funcionarios más importantes del Ministerio de Salud de la Nación se instalaron en el Alto Valle el viernes pasado, para observar en terreno cómo se estaba trabajando para contener al covid-19.
El Frente de Todos local puso demasiadas expectativas políticas en la visita.
Acostumbrados al zamarreo de quienes transitan caminos partidarios diferentes, en el sorismo esperaban una postura más rígida de la comitiva enviada por el ministro Ginés González García.
Pero no fue así. El viaje del día anterior de la gobernadora Arabela Carreras al despacho del presidente, Alberto Fernández, el traslado a Viedma y luego a Roca en un avión costeado por la Provincia y la permanente compañía del ministro de Salud rionegrino, Fabián Zgaib, neutralizaron cualquier reprimenda pública del grupo encabezado por el sobrino de González García.
Además, el gobierno nacional tiene claro que su destino está atado principalmente a la evolución de la pandemia en el Área Metropolitana de Buenos Aires, pero sabe también que el Congreso de la Nación también será un escenario clave para toda reforma que se proponga en adelante.
Y en la Cámara de Diputados el voto de Juntos Somos Río Negro es sólo uno, pero estratégico, porque está en el interbloque que garantiza quórum al oficialismo.
Conclusión, mejor una recorrida políticamente correcta por Río Negro, para no alimentar una grieta ajena y que podría complicar algún proyecto futuro.
Esa frustración fue tal vez la que llevó al silencio público de la intendenta Soria, que se quejó en la reunión sobre la falta de coordinación entre los sistemas público y privado de salud pero después no hizo declaraciones sobre el paso de los funcionarios nacionales.
Resta saber ahora si además de lo difundido -más rigidez con las personas aisladas y vigilancia más cercana de los contactos estrechos- los epidemiólogos de Nación dejaron otras pautas para cumplir en lo inmediato.
Trascendió que los especialistas se sorprendieron por las internaciones de pacientes con covid-19 tanto en los centros públicos como en los privados, pero no se informó si pidieron cambiar esa modalidad, algo que generaría un enorme desafío para la red hospitalaria estatal.
Porque podrán haber evitado una crítica en público, pero lejos deberían estar las autoridades del gobierno provincial de sentirse cómodos con los resultados logrados hasta el momento.
Lo que sacaron el viernes fue apenas un empate de local y deberían prestar especial atención al cansancio de sus planteles, después de 85 días de trajín.
Por: Hugo Alonso