Oculta la primordial expresividad del rostro, únicamente la mirada y el ceño emergen tras los barbijos. También la gestualidad del cuerpo y de las manos traslucen no solo el modo en que estos trabajadores sienten el momento actual sino algo de sus personalidades de siempre.
Una preocupación expectante o más bien una actitud contenida frente al otro une a estas personas como un denominador común, adivinado en la seriedad de sus pupilas.
Pero también asoma lo individual en una chispa risueña, una pizca de desafío en un mentón levantado, una ternura que trasciende el espacio, una serena postura de experiencia de lo ya visto y vivido y hasta en la personalización del equipo de fútbol preferido en el tapaboca como enunciación muda de la pasión.
La fotografía, como ninguna otra de las artes, atrapa en una milésima de segundo el reflejo del espíritu contenido en el cuerpo.
Todo un ejercicio fuera de estudio que quisimos ofrecer a los lectores de Río Negro. Fue captado recorriendo calles y oficios que son indispensables para que la mayoría de la población de esta región pueda permanecer protegida en sus hogares. Para contemplar y agradecer.
Detrás del mostrador, en quioscos, panaderías, talleres, almacenes, comercios o en vehículos, son hombres y mujeres que expresan con sus imágenes mucho más de lo que ellos creerían.
* Ensayo fotográfico de Gonzalo Maldonado
Fuente Rio Negro
