Un interno del Establecimiento de Ejecución Penal N° 2 de General Roca tomó la drástica decisión de coserse la boca y pegarse los ojos con pegamento, en el marco de una huelga de hambre que lleva adelante.
El interno está alojado en el Pabellón N° 5 desde hace 10 años y, según relataron sus familiares al sitio NoticiasNqn, exige al Juez de Ejecución Penal Lucas Lizzi, que fije la fecha para el inicio de las audiencias necesarias que le permitan acceder a una nueva etapa de salidas transitorias, de las que debería gozar desde marzo pasado.
De hecho, aclaran sus familiares, el interno venía cumpliendo satisfactoriamente con las salidas desde el año 2017 y en esta etapa debería acceder a nuevas contemplaciones por su «buen comportamiento».
Pese a todo esto y a sólo 10 meses de cumplir condena, el interno siente que «en vez de ser recompensado por cumplir con los parámetros impuestos, fue castigado con menos derechos y condenado a contagiarse de COVID-19 por el hacinamiento reinante en el Penal», manifestó uno de sus familiares.
Según las evaluaciones médicas, el hombre goza de una relativa buena salud, aunque se espera que de no cambiar su actitud, su condición desmejore rápidamente.
Si querés leer la noticia completa ingresa en: Un preso se pegó los ojos y se cosió la boca
Informate las 24 horas del día en La Super Digital.