Hechos violentos hacia trabajadores de salud siguen ocurriendo en Roca en medio de la alta demanda por la emergencia sanitaria en el hospital López Lima, y el personal asegura que está cotidianamente expuesto a vivir maltrato mientras realiza su labor.
El epicentro de las tensiones se genera en el Consultorio de Respiratorio, que funciona buena parte en la capilla, donde se atiende a los vecinos con síntomas por ser casos sospechosos de coronavirus y también a los confirmados.
Amenazas de golpes, insultos y amedrentamiento por la espera o turnos, son algunas de las situaciones que allí se viven y sobre todo hacia trabajadoras mujeres; y por eso, el personal de ese área, amenaza con dejar de atender si no hay una solución urgente.
“El otro día una pareja casi golpea a una de las médicas, así que dijimos basta”, agregó una de las fuentes consultadas por LA COMUNA. En su relato, los propios trabajadores hablan de un “incremento en los episodios de violencia sobre todo verbal”.
Ante esta situación; médicos, enfermeros y administrativos elevaron una nota el lunes pasado a la dirección del hospital López Lima, en la que piden con carácter urgente la incorporación de personal policial en el sector para garantizar su integridad física y prevenir hechos de mayor escala a los que ya están viviendo.
LA COMUNA consultó a las autoridades del hospital, quienes confirmaron que en el predio hay personal de seguridad, tanto del hospital como efectivos de la Policía de Río Negro. Aseguraron que luego del pedido de los profesionales, los agentes fueron reubicados y se sumó personal especial, aunque no dieron detalles sobre las zonas donde estarán asentados.
Por su parte, los trabajadores destacan la necesidad de atender la problemática específica en su sector, ya que “jamás hubo seguridad en la capilla ni consultorios externos de respiratorio”. Son alrededor de 25 médicos en el plantel y atienden de a dos o tres por turno.
De no contar con respuestas concretas, adelantaron que se verán «obligados» a accionar “en defensa de su integridad física y salud mental”. Una de las medidas previstas, es la suspensión de la atención médica en el Consultorio de Respiratorio, según anticiparon.
“Si para el jueves no hay seguridad policial se cierra la capilla y solo habrá atención en la guardia central”
aseguró determinantemente uno de los trabajadores
Por otra parte, explicaron que los sucesos de agresión no son “hechos aislados” sino que ocurren diariamente y son semejantes a los que se viven en otros hospitales de la región. El precedente público más inmediato en la ciudad ocurrió en J. J. Gómez cuando un vecino agredió al personal ante la negativa de realizarle el test.
“No vamos a esperar que ocurra un incidente trágico para que se adopten las medidas de seguridad que corresponden, para trabajar con la tranquilidad necesaria en la atención de la comunidad”, subrayaron.
Compromiso
A mediados de octubre, la propia gobernadora Arabela Carreras había prometido mejorar la seguridad en los hospitales, tras advertir un creciente nivel de tensión entre pacientes, familiares y trabajadores del sistema de salud.
Fue luego de ocurrido el disparo de arma de fuego a un médico en Campo Grande y la agresión verbal en J.J. Gómez en el marco del Plan Detectar el 16 de octubre pasado.
«Vamos a analizar todos los hechos para mejorar la seguridad en todos los hospitales. Tenemos que entender que hay un crecimiento de malestar generalizado en la población. Esto no justifica ningún hecho, pero nos hace un llamado de alerta sobre la necesidad de nuevas modalidades de presencia del Estado, con personal policial, de seguridad o de otro tipo”, había manifestado hace quince días la mandataria.