Parecía un simple operativo de rutina pero el procedimiento realizado por la policía de Río Negro en la Ruta Provincial 6, el fin de semana, terminó con una polémica que llegó a las más altas esferas de la policía de Río Negro y la separación de un fiscal ordenada por la Procuración General.
Los hechos ocurrieron el domingo pasadas las 22 en la Ruta Provincial 6 (kilómetro 121) en medio de un procedimiento que realizó la policía de Tránsito de Paso Córdoba y los Guardafaunas Honorarios de Río Negro.
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A esa hora de la noche se detuvo la marcha de una Chery QQ, Light, que era conducido por una mujer de 48 años, retirada de la policía. Y una camioneta Ford Ranger que era conducida por un suboficial de la rionegrina quien estaba acompañado por otro uniformado. Los dos prestan servicios en la Unidad Regional II, de Roca.
En medio del procedimiento los guardafaunas y policías que realizaban las diligencias encontraron los restos de un guanaco en el auto de menor porte («dos paletas, dos cuartos, una carcasa y un corazón de guanaco») en tanto que en la camioneta y sin permiso, los efectivos transportaban dos armas largas: una calibre 308 con mira telescópica y trípode; y una carabina automática calibre 22 largo.
No había que investigar mucho para determinar que los ocupantes de los dos vehículos habían participado de la caza furtiva de ese animal.
A partir del hallazgo, la policía inmediatamente dio intervención al Fiscal de Turno, que en ese momento estaba a cargo de Ricardo Romero (exefectivo de la policía de Río Negro). Parece que a esa altura de la noche, las comunicaciones telefónicas aumentaron de parte de los policías sospechados no sólo a la Regional II sino también a Viedma.
La polémica abrió varios interrogantes en la capital de la provincia y ante la versión de que una de las personas involucradas en la caza furtiva tenía un vínculo de amistad con el fiscal, horas después lo apartaron de la causa y fue reemplazo por el fiscal Gastón Britos Rubiolo.
«Es un procedimiento de rutina. Nos llegó esa versión (vínculo de amistad) y por eso se decidió apartarlo. Acá no hay elemento alguno ni sospecha», dijo desde Viedma una fuente de la Procuración General consultada en las últimas horas.
Pero parece que los policías que habían sido sorprendidos buscaron colaboración en las más altas esferas y horas después el propio jefe de la Policía de Río Negro, Daniel Jara, ordenó el traslado del uniformado que había encabezado el operativo, desde Roca a la Comisaría 56 de Allen.
Finalmente ayer, dieron marcha atrás en el traslado y se informó en el parte diario que ahora pasará a prestar servicios en el área de Tránsito de la Policía que se encuentra sobre la Ruta Nacional 22.