Esta semana se manifestaron, en distintos puntos de Río Negro, policías jubilados y retirados, familiares de uniformados y efectivos en actividad para cuestionar el aumento anunciado por el gobierno provincial y reclamar un básico de 70.000 pesos.
“El ofrecimiento apenas le permite a un policía que ingresa llegar a los 40.000 mil pesos, una cifra que no alcanza para nada”, declaró Rubén Ángel Muñoz, un ex-efectivo policial que fue cesanteado y se transformó en uno de los voceros de la protesta.Muñoz es el principal "cabecilla" del movimiento y, según informó el medio InfoArgentinos, contaría con un legajo lleno de sumarios, 125 días de suspensión por distintas faltas, una marcada tendencia de rechazo a la autoridad y a la propia institución policial, y una cesantía definitiva por burlarse en las redes sociales de la muerte de un colega.
En total, Muñoz acumularía 14 sumarios por inconductas y violaciones del reglamento policial, muchas de ella vinculadas con publicaciones y expresiones atacando a la institución policial o autoridades, algo expresamente prohibido en la normativa. Varios de los sumarios contra Muñoz quedaron inconclusos porque antes de resolverse, el año pasado, fue expulsado de la Policía por burlarse en redes sociales de la muerte de un colega que tuvo un trágico accidente durante un franco de servicio el 30 de enero de 2018. Esta inconducta está penada por la normativa policial y el Tribunal de Conducta actuó en consecuencia. El 10 de enero de 2019 fue cesanteado en forma definitiva.
Sin embargo, esa no fue su única equivocación, antes había pasado por varias sanciones y suspensiones. Sumó más de 125 días de suspensión con quita de arma por estas irregularidades. Entre ellas, una falsa denuncia por redes sociales contra la por entonces directora de una Escuela de Suboficiales, a quien acusó de desmanejos en la institución. Según informaron, solía utilizar perfiles truchos de usuarios en la redes sociales.
Actualmente, es dueño de un lubricentro y gomería en una toma ilegal de terrenos en General Roca donde, con una fuerte militancia, habría forjado relación con el círculo del ex-intendente Martín Soria.
En Viedma, se da una situación similar con el "vocero" del reclamo: el ex Cabo Primero Miguel Ángel Morales. Morales cesanteado definitivamente de la Policía tras casi 19 años de servicio, en los que sumó 120 días de arresto, 20 días de suspensión de empleo y ocho sumarios administrativos y una actuación sumarísima.
El reclamo por una mejora salarial para la Policía, comenzó en Provincia de Buenos Aires, pero rápidamente tuvo efecto en otras provincias. En Río Negro, se organizaron protestas y marchas en las principales ciudades de la provincia que tuvieron como protagonistas principalmente al sector más duro de los policías retirados y a familiares de efectivos en servicio.
En la historia rionegrina todavía están presentes los episodios de diciembre del 2013, cuando 34 uniformados entraron a protestar a la Casa de Gobierno. Por ahora, esa posibilidad parece lejana ya que ante esta protesta, el Gobierno Nacional reaccionó rápido y otorgó un aumento sobre el que aún se sigue trabajando.
Mientras tanto, los Retirados Autoconvocados, que encabeza Rubén Calvo, pidieron a sus pares que “dejen la calle” pero entendió que el aumento “no es suficiente” frente a un sueldo que tuvo una depreciación de un 70% en los últimos casi tres años.
Calvo se ofreció como mediador en el conflicto. “Hay que seguir hablando, pero alentamos a dejar la calle”, manifestó quién lidera esa organización de retirados, con innumerables protestas callejeras pero ahora incorporado a una mesa de diálogo.
(Fuente: InfoArgentinos)