Un cartel con una foto del periodista Etchecopar, con una soga atada al cuello y bajo el encabezado, "todo fascista termina mal", apareció en Roca el jueves, casi al mismo tiempo, se movilizaron vecinos que no estaban de acuerdo con las medidas recientes medidas tomada por el gobierno nacional.
Ante esa situación, el legislador provincial Juan Martín presentó hoy una denuncia penal, reclamando que se investiguen los hechos y que se identifique a los responsables.
Para los líderes de Juntos por el Cambio, este es un acto artístico, que incluye el delito de amenazas, incitación al asesinato e intimidación pública. Artículo 149 bis, artículo 209 y artículo 211 de la Ley penal.
“No podemos naturalizar este tipo de hechos repudiables y no basta con denunciar a través de las redes sociales. La Justicia debe actuar ante las amenazas”, explicó el parlamentario al hacer efectiva su presentación ante el fiscal Gastón Britos Rubiolo.
“Todas las agresiones son igualmente repudiables, estamos de acuerdo con que hay que terminar con el odio y esto implica que las instituciones actúen. La Justicia ya tiene en sus manos la denuncia y debe hacer su trabajo”, indicó el legislador luego de su exposición.
La denuncia dirigida a la Justicia indicaba que el cartel en la fachada de la sucursal roquense de Lucaioli (Avenida Roca, entre 9 de Julio y Tucumán) constituye un crimen de amenaza “y a su vez resulta ostensiblemente amenazante y como consecuencia de la postura crítica de dicho periodista respecto del Gobierno Nacional”.
“Resulta repudiable el hecho denunciado por haber sido en vísperas del 9 de Julio, fecha para la cual se había anunciado públicamente una marcha pública de repudio a diversas medidas gubernamentales y cuya trayectoria había anunciado transitar por el frente del local donde fue dispuesto el cartel amenazante, pudiendo incluso la conducta denunciada encuadrarse en el tipo penal previsto por el art. 211 del Código Penal en concurso ideal con el aquí solicitado”, manifiesta el escrito legal.
Según el legislador, “claramente se ha efectuado una amenaza tendiente a acallar el reclamo de los manifestantes que se desplazaron en oportunidad de la marcha celebrada el 9 de julio del corriente, sin perjuicio de la amenaza personal dirigida al mencionado periodista, no obstante el mismo no se encuentra ni se domicilia en esta localidad”.
También observó que el accionar de los responsables “resulta manifiestamente intimidatorio en busca de cercenar la libertad de prensa y de expresión del destinatario personal de la amenaza, violentando sendas garantías de raigambre constitucional del mismo, por lo que el hecho denunciado no puede quedar impune”.