“La historia empezó al ver a un abuelo por el barrio juntando palos para calefaccionar la casa. Nos unimos con mi señora y decidimos hacer algo para ayudar, y resulta que conocimos más casos de vulnerabilidad y hoy estamos trabajando para 15 abuelos”, comentó Mario Hermosilla desde el comedor solidario.
La pandemia roza los 100 días y la crisis se agrava (durante las etapas de la cuarentena hay rebrotes en la ciudad y lo económico empieza a golpear más duro en los hogares); el frío y la falta de comida castiga no solo a los adultos mayores sino también a varias familias. Como siempre, hay que paliar el efecto y la solidaridad asoma de la mano de Mario Hermosilla y sus colaboradores.
Ayudan en las tareas: Belén, Vanesa, Ceferino y Jorge (se cocina en barrio Quinta 25 -Cardenales casi Sarmiento-).
“Los repartos de viandas ahora las estamos sacando lunes, miércoles y viernes, porque todos los días no podemos cocinar por falta de mercadería. Es así la realidad, empezamos con los abuelos y se fueron enterando y sumando familias”, nos confirmó Mario.
Y explicó, “La crisis también es sanitaria, pero lo que más estamos necesitando es la donación de alimentos no perecederos, calzados, frazadas, ropa”.
Desde hace un tiempito el gesto llega a los adultos a través de un reparto interno que realiza el grupo solidario (las viandas viajan a domicilio con previa planificación); desde el grupo boy scout (de Quintu Panal) se ha realizado una donación de leña, que está en el domicilio de Mario y ahí se realiza el corte y posterior repartición a quienes más lo necesitan.
“Si hay cantidad de alimentos podremos seguir con las viandas diarias”, anunciaron optimistas los encargados del comedor para poder seguir atendiendo a quienes viven en condiciones precarias.
Para hacer donaciones: comunicarse al 2984152451, o bien dirigirse a Quinta 25 (calle Cardenales casi Sarmiento).
Hoy ya son muchos los que necesitan ayuda y seguramente serán muchos más con el correr de las semanas y la cuarentena, cuando el invierno caiga sin pedir permiso.